El verano está a la vuelta de la esquina, por eso tenemos que empezar a prepararnos, si lo que queremos es bajar unos kilitos.

Yo os recomiendo no hacer dietas estrictas, ni mucho menos las que te prometen bajar 3 kilos en 3 días, además de que es muy probable que os afecte  a la salud, conseguiréis el efecto yoyó.

Las dieta milagro, que prometen bajar de peso muy deprisa, no son buenas para la salud ya que carecen de nutrientes necesarios para nuestro organismo. Se pierde mucho peso, pero es peso que se recupera enseguida e incluso en ocasiones más kilos de los que tenías al comenzar la dieta.

Las dietas rígidas, nos crean ansiedad, normalmente son tan pocos los alimentos que nos permiten comer, que es difícil salir a comer con los amigos o la familia, lo que va hacer que nos sintamos con muy mal carácter.

Si hacemos un balance, no merece la pena arriesgarnos a seguir una de estas dietas, la mejor y la que yo os recomiendo, es la dieta Mediterránea, sin duda es la más saludable, una dieta equilibrada y variada.

No tenemos que quitar de la dieta los hidratos, los cereales, el pan, la pasta y las legumbres, no tienen la culpa de nuestros kilos de más.

El pan, los cereales y la pasta, puedes comerlos integrales, eso sí, para la pasta, cambia el chorizo por unas verduritas, las legumbres también las puedes preparar así.

Para no cansarnos en dos días, lo importante es darle gracia a los platos, las verduras no siempre tienen que ser cocidas, también podemos hacerlas en papillote o rehogadas con unos ajitos.

A mí una receta que me encanta, y que es muy fácil de preparar son los champiñones rellenos, yo los hago  con cebollita y jamón picadito, los rocío por encima con queso liquido 0% y los gratino al horno, están buenísimos y es una receta sanísima.

Una receta muy sencilla, que apenas tardamos 15 minutos y lo más importante muy ligera, ya que los champiñones solo tienen 34 calorías por 100 gramos.

Y además no te olvides llevar una dieta equilibrada, realizar 5 comidas diarias, sin saltarse ninguna, beber 8 vasos de agua al día, hacer algo de ejercicio, y comer en plato pequeño, ya que de esta manera reducirás la cantidad sin darte cuenta.

También intenta comer muy despacio y masticar bien los alimentos, con esto conseguirás saciarte antes.