La clave, para tener una boca sana, por supuesto, está en mantener una higiene bucal diaria e inteligente y unos hábitos saludables.

Por eso, hoy quería hablaros de lo importante que es tener una boca sana. Y para ello, cuento con la gran experiencia del Dr. Javier Ortega, Implantólogo, cirujano oral y estético dental, de la Clínica Menorca, quien nos va a dar los mejores consejos para conseguirlo.

“Los protagonistas de una boca sana son los dientes y las encías. No solo hay que tener unos dientes blancos, alineados y brillantes, sino que también hay que cuidar las encías, pues éstos perderían toda su belleza si la encía no está sonrosada o no cubre suficientemente la base del diente.”

1º- Frecuencia del cepillado

Es fundamental cepillar los dientes un mínimo de 2 o 3 veces al día tras las principales comidas. El más importante es el cepillado de la noche, que hay que hacerlo justo antes de ir a la cama. El de la mañana no debería ser nada más levantarse sino tras el desayuno, si te levantas con mal sabor de boca enjuágate y cepíllate mejor por la noche antes de ir a dormir.

2º La técnica de cepillado

Es muy importante visualizar las 3 caras del diente, la de delante, la de atrás, y la parte con la que masticamos o cortamos el alimento, y limpiarlas todas.

La limpieza es muy importante para eliminar la placa y evitar la formación de sarro, que puede debilitar la encía y a la larga destruir el hueso que hay debajo de ésta produciendo pérdida de anclaje del diente al hueso y retracción gingival (dientes descarnados).

Es muy importante tan solo insinuar las cerdas del cepillo en la línea de la encía, especialmente cuando cepillamos las caras de dentro (que da a la lengua o paladar) y las de fuera (que dan a la mejilla o labios).

3º Elegir un buen cepillo de dientes

A mí me gustan mucho los cepillos eléctricos, limpian con mayor profundidad, mejoran enormemente los resultados de eliminación de placa frente al cepillo manual, a mi juicio los que más nos ayudan son los de la marca Oral-B y Phillips, siempre hay que buscar los más altos de gama, si no el más alto de gama el segundo más alto, puesto que son los que mejores prestaciones ofrecen.

4º Ayudas al cepillado

Nos tenemos que acostumbrar a utilizar la seda dental cada noche. BIEN UTILIZADA es un complemento perfecto al cepillado y mantendrá la salud gingival entre dientes y nos previene de caries interdentales, pero ha de ser muy bien utilizada pues si se usa sin el cuidado adecuado puede ser incluso perjudicial para la encía, ya que podemos traumatizarla y no solo eso, podemos impulsar placa bacteriana a la vez que la traumatizamos. Consulta a tu dentista de confianza y te enseñará a hacer un uso correcto de ella.

5º Sustitutos del hilo dental

De unos años a esta parte se han ido comercializando unos impulsores de aire a presión que atomizan agua o colutorio para la limpieza interdental. Son aparatos especialmente indicados para personas que no pueden usar bien el hilo, o no tienen tiempo para hacerlo, funcionan muy bien en pacientes que no tienen necesidades especiales como las de los irrigadores, aunque para éstos también es recomendable.

6º Irrigadores

Son muy útiles sobre todo en personas con apiñamiento, prótesis, implantes, brackets y sirven para arrastrar placa en las zonas donde no llega el cepillo, hay muchas marcas la mayoría muy buenas, consulta a tu dentista para que te recomiende cual se adapta mejor a tu situación.

7º La elección del dentífrico

Prácticamente cualquier pasta actual de marca reconocida es buena, y no hay que ir necesariamente a la farmacia para encontrar pastas de buen nivel. También es cierto que muchas de las pastas del mercado dicen hacer cosas que no hacen en realidad (blanquear, eliminar sarro, etc.…). Hay que tener en cuenta que, a no ser que el paciente tenga una necesidad especial a causa de algún problema oral especifico, lo ideal es que una pasta ayude a eliminar la placa, que tenga un agente detergente o que ayude a arrastrar placa como el bicarbonato micronizado (Parodontax), que tenga un agente antibacteriano y si puede ser de larga duración mejor (Colgate Total), y que tenga un ingrediente remineralizante o que refuerce el esmalte como el fluoruro de estaño estabilizado (Oral-B Pro Expert). Estas 3 pastas cumplen los 3 requisitos y además tienen una acción global para prevenir el resto de problemas de la boca.

8º Colutorio

Muy recomendable como complemento del cepillado. Tienen acción antibacteriana y no solo ayudan a eliminar la placa que no podemos alcanzar con el cepillo o demás complementos del cepillado, sino que actúan en las zonas limpias del diente reforzando la acción del cepillado y depositando agentes que previenen la aposición de placa nueva. Para mí los mejores son Listerine Plus, Colgate Plax.

9º Alimentación

Es muy importante mantener una correcta alimentación, equilibrada y variada, rica en frutas y verduras, así como un correcto aporte de proteínas. Todo esto nos ayudará a una correcta producción de colágeno por parte del organismo que mantendrá nuestras encías fuertes y tonificadas.

10º Ejercicio físico

El ejercicio es fundamental para eliminar toxinas, estimular la circulación y mantenerla activa. Ayuda a que todos los nutrientes de los que hemos hablado lleguen mejor a un tejido tan delicado y fino como la encía.

11º Evitar hábitos tóxicos

Es muy importante evitar cualquier hábito que pueda perjudicar a los dientes y encías: el tabaco no solo mancha los dientes, sino que coarta el aporte sanguíneo a la encía, ingerir productos muy ácidos con mucha frecuencia (limón, bebidas carbonatadas, vinagre, etc…), la ingesta frecuente de alcohol deteriora las capas profundas de la encía, el vino particularmente deposita mucha mancha en el esmalte, y el consumo excesivo de té también puede manchar el esmalte, incluso más que el café.

12º Acudir con frecuencia al dentista

Es primordial acudir con frecuencia a nuestro dentista de confianza. ¿Con que frecuencia? Hay que adecuarla a la persona. Si estamos sanos y no tenemos que hacer limpieza, ni empastar caries, o reponer piezas, cuando nuestro dentista ha determinado que solo necesitamos revisiones, una estrategia muy efectiva es acudir un mes después para revisar si ya hemos empezado a depositar sarro en las zonas sensibles de la boca. Si no es nuestro caso, la siguiente revisión debería ser en 3 meses, después en 6 meses, y después al año. De esta manera veremos con qué frecuencia depositamos el sarro y podemos establecer una pauta de revisiones periódica para limpieza. El paciente que empieza a formar sarro a los 6 meses deberá acudir a revisión cada 6 meses, el que lo hace cada año su revisión será anual, etc…