• Para comenzar el día, beba un zumo de naranja y pomelo, o un zumo de arándanos. Su riqueza en flavonoides refuerza la dieta en antioxidantes, sustancias que protegen de los radicales libres, causantes del envejecimiento del sistema circulatorio.
  • Tome casi a diario una cucharada sopera rasa de salvado de trigo o de avena, pura fibra. Le será útil para corregir el estreñimiento o para evacuar sin esfuerzo. Evita que las venas que riegan el músculo del colon se debiliten y reduce la posibilidad de que aparezcan hemorroides.
  • Incluya en su menú alimentos morados de la temporada. Berenjena, uva, granada, arándanos, moras, frambuesas o col lombarda. Son ricos en antocianinas, antioxidantes que fortalecen la pared de arterias y venas.
  • Un puñado de frutas desecadas (ciruelas, orejones o uvas pasas) o frutos secos (avellanas, nueces o almendras), entre horas o como ingrediente de diversos platos, fortifica la dieta en potasio. Este mineral favorece la diuresis, por lo que ayuda a no retener líquidos.
  • El agua es vital para la circulación de la sangre y la depuración del organismo. Acostúmbrese a tomar un vaso de agua con limón en ayunas para estimular la diuresis, y a terminar las comidas con una infusión depurativa. Por ejemplo: cardo mariano, tomillo, diente de león, alcachofa, té verde, ruscus o vid roja.