Ingredientes:

  • 4 tomates.
  • 2 dientes ajo.
  • 1 puñado de pan rallado.
  • 4 cucharadas de aceite.
  • 2 ramas perejil.
  • Sal y pimienta.

Preparación:

Cortamos los tomates por la mitad en sentido perpendicular. Presionamos para quitarles las semillas, salamos un poco y dejamos invertidos para que escurran.

Calentamos el aceite en una sartén, echamos los tomates con la cara del corte abajo y, cuando empiecen a cocinarse y la piel se levante por los bordes, damos la vuelta.

Mientras se fríen, pelamos y picamos en brunoise (picadito muy pequeño) los ajos y una vez picado mezclamos junto con el pan rallado.

Cuando los tomates empiecen a caramelizarse, sacamos de la sartén y los ponemos en una fuente de horno.

En la misma sartén de los tomates añadimos el pan y el ajo y doramos esta mezcla.

Una vez tostada la mezcla, espolvoreamos sobre los tomates.

Introducimos en el horno ya caliente a 180 º C durante diez minutos, teniendo cuidado de que no se resequen.

Se suele consumir como guarnición aunque como plato principal puede ir acompañado de un poco de queso mozzarella horneado ligeramente junto con los tomates.