Consiste en un pequeño cilindro alargado compuesto por progestágenos que se implanta bajo la piel en lugares discretos. La inserción y extracción debe realizarla un médico entrenado. Facilita anticoncepción a largo plazo (3 años) y es útil también para mujeres que no han estado embarazadas y para las que presenten intolerancia o contraindicación a los estrógenos.

Tiene como principales ventajas la disminución de los dolores menstruales (dismenorrea) y su comodidad de uso, sin riesgo de olvido.

Como inconveniente cuenta con que el sangrado puede ser variable e impredecible, aunque en general hay tendencia a presentar menor sangrado o a no haberlo.