¿Quieres sorprender a tu pareja y no sabes cómo? Aquí te damos algunas pistas. No hace falta que las sigas a pies juntillas, sólo pretendemos darte ideas para crear un clímax ideal que te permita dar rienda suelta a tu imaginación.

  • Bajen esas luces
    El romanticismo de luz tenue: es una manera bastante simple de cambiar las vibraciones de un lugar. Así, la misma habitación en las que tantas discusiones y peleas se pueden haber librado, puede adquirir otro tono con el puro manejo de la luz y con algunas velas.
  • Tres son multitud
    En especial para aquellos que ya tienen hijos, es parte del ambiente ideal buscar ese momento de intimidad en la que los niños os dejan a solas.
  • Concentración, por favor
    Eliminar las distracciones: si la idea es compenetrase como pareja, los elementos externos que impidan esto no son bienvenidos. Ya sabéis: fuera los televisores, los móviles y sobre todo, fuera de la cabeza los informes que tenéis que presentar al jefe a primera hora de la mañana.
  • La importancia del aroma
    La idea es que todos los sentidos logren una experiencia placentera, y el olor es uno de los que mayor partido juegan. Según expertos en aromaterapia, los aromas a rosa, clavo de olor y vainilla son perfectos, no sólo por su capacidad afrodisíaca, sino por su agradable fragancia.
  • ¿Sólo con hielo?
    Una copa de buen vino puede avivar las pasiones. Qué decir del champagne o del clásico cocktail ginfish…todo ayuda si se trata de coger esa chispilla en los ojos que tanto suaviza las tensiones de los primeros minutos. Eso sí, ojito con los excesos, te puede salir la torta un pan.
  • Música maestro!
    La música siempre es buena para el ánimo y ayuda a romper el hielo de los primeros momentos. Además ayuda a lograr a crear un clímax romántico. Son especiales el bossa nova, el soul y la música instrumental en general.
  • Esos pequeños grandes detalles
    Hay que tener en cuenta que todos aquellos pequeños detalles pueden ayudar a lograr este ambiente perfecto. Tener a mano la botella de champagne, un racimo de uvas o cerezas, una alfombra de pelo frente a la chimenea.