• Elija la maleta en función del transporte en el que vaya a viajar. Si es en coche o tren, maletas blandas, de lona o poliéster, por manejables y ligeras. Para el avión, duras y rígidas.
  • Infórmese de los pormenores climáticos del lugar de destino. Entérese de los detalles: si enfría por la noche, si llueve con frecuencia, …
  • Haga una lista de todo lo que vaya a necesitar, y consérvela para no olvidar nada al regreso.
  • Si viaja acompañada de niños, haga una lista aparte , con el equipaje infantil.
  • Antes de empezar a hacer las maletas, coloque sobre la cama todo lo que ha decidido llevar para tener una visión de conjunto.
  • Opte por prendas que no se arruguen y lleve algunas polivalentes, que sirvan tanto para vestir de sport como para no desentonar mucho en ambientes en los que es más propio una estilo más formal.
  • Utilice una bolsa de mano para el botiquín, el minicosturero de emergencia, las joyas, su libro favorito y los accesorios de los niños.
  • Si la estancia va a ser corta y sólo necesita una bolsa de viaje, coloque las cosas más pesadas en el fondo y las ligeras encima. Deje para el final, y colóquelas arriba del todo, las que vaya a utilizar en la primera noche. Por si acaso.

La maleta, paso a paso

  • Cierre y abroche las cremalleras y los botones de toda la ropa, y colóquela siempre boca abajo. Se arrugará menos.
  • Si la maleta tiene dos habitáculos, introduzca en uno de ellos los zapatos, guardados en bolsas de plástico, y los objetos pesados. Colóquelos siempre en la zona opuesta al asa. Si no tiene separador, deje estos objetos en el fondo de la maleta.
  • Después, meta las prendas pesadas y los trajes. Doble cada prenda según el espacio que quede y mantenga las capas lo más lisas posibles.
  • A continuación, ponga los vestidos finos, las camisas y las blusas. En los cuellos de estas últimas, coloque los calcetines para conservar su forma redondeada.
  • Rellene los huecos con medias, pañuelos, ropa interior, bañadores…