Que pelea tengo con los niños y la comida, me parece a mí que me han salido muy exquisitos, menos mal que a diario comen en el comedor y les suele gustar casi todo, porque es comida casera.

No sé si a vosotras, os han dicho alguna vez los enanos, la típica frase de: «es que me gustan más las lentejas de la abuela», y a ti se te queda una cara, que no sabes dónde meterte.

Bueno pues este fin de semana, que han estado con la abuela, la frasecita se ha repetido, y aunque no estaba muy dispuesta a llamar a la suegra, pensé que para mis peques las lentejas de su madre tienen que ser las mejores, y como el que no quiere la cosa la llamé sin que ella supiera porque, claro, y la sometí a un interrogatorio. ¿Y qué tal los niños? ¿Te han dado mucho la guerra? ¿Y han comido bien? Me han dicho que las lentejas les encantaron, si es que a mí me salen riquísimas, me contestó, y esa fue la frase clave, no hizo falta más, se puso a contarme paso a paso como hacia las dichosas lentejas, claro yo muy atenta a ver donde estaba el secreto.

Bueno pues no os lo vais a creer, pero el secreto era una pastilla de caldo de pollo Avecrem, que fijaros que yo uso, pero nunca se me había ocurrido echárselas a las lentejas.

Y es que llevan razón, las abuelas saben mucho, y aunque nos cueste reconocerlo, ellas cocinan de maravilla, y saben lo que es saludable, porque ya se extendió la cosa y me contó que el caldo de pollo Avecrem está elaborado exclusivamente con carne de pollo de corral seleccionada para Gallina Blanca y además que está elaborado sin conservantes ni colorantes, y que era muy saludable, vamos que me dió en un momento una masterclass del caldo de pollo Avecrem.

Este fin de semana voy a probar a cocinar las lentejas con caldo de pollo Avecrem y espero no escuchar más la frasecita, y que se queden con las de mamá, aunque de las abuelas siempre se aprende.