Atrás quedaron las vacaciones, el relax, las terracitas, los helados… en fin todo lo que nos hace felices, y que pienso hay que aprovecharlo al máximo, porque el resto el año es muy duro.

Llega septiembre y empieza la contrareloj, el trabajo, la casa, los niños, los colegios, las reuniones… ya estoy agotada de pensarlo.

Lo que peor llevo son las extraescolares, yo a mis dos peques les llevo a clases de inglés, aunque ellos van a un colegio bilingüe, siempre es un refuerzo.

Y es que según están las cosas, cuanta más preparación tengan, mejor. Todos sabemos lo importante que es este idioma, hoy en día es imprescindible en un currículo.

Aun así, las extraescolares me matan, porque como tienen distintos niveles, no van al mismo horario, y me paso la tarde con el coche para arriba y para abajo.

Tengo que buscar otro método, este verano amiguitos suyos han ido a campamentos de inglés, pero a mí me daba penita estar 15 días sin verlos, aunque el año que viene tengo que dejar la pena a un lado y llevarles, van a aprender mucho más y les va a venir genial para hacerse mayores y seguro se lo pasan de maravilla.

Y vosotras ¿conocéis estos campamentos? ¿Habéis llevado a vuestros hijos?

Contadme vuestra experiencia.