• Las chanclas y los zuecos no son una buena opción para calzar a los más pequeños porque la percepción de que el calzado se sale a cada paso obliga a los dedos a un trabajo extra de «agarre» innecesario.
  • En el caso del calzado deportivo es importante que la zapatilla sea de piel. De esta manera se evitarán roces y problemas de transpiración que pueden provocar heridas.
  • Cualquier tipo de tacón es inadecuado para bebés o niños.
  • Evite en lo posible que los hermanos pequeños hereden el calzado de los mayores. Los pies son anatómicamente diferentes y cada niño tiene una forma distinta y particular de caminar. Aunque los zapatos estén nuevos, tienen marcada la forma particular de la huella del quien lo ha usado con anterioridad.