La bolsa (o membranas) puede romperse por sí sola o el médico puede romperla para acelerar el proceso de parto.

Cuando se rompe la bolsa, sale a través de la vagina un líquido claro y abundante que la mujer no puede contener. En algunas ocasiones sale de a poco porque la cabeza del bebé sirve de tapón, pero su principal característica para distinguirlo es que NO se puede evitar su salida. Cuando esto sucede, el parto sí es inminente y hay que irse a la clínica ya que el bebé puede entrar en contacto con infecciones.

Algunas veces cuesta trabajo distinguir si la bolsa ya se rompió ya que como el útero está presionando la vejiga y si hay una contracción de Braxton Hicks o estornudas, puede haber salida de orina y puedes creer que ya se te rompió la bolsa. Recuerda, si es líquido amniótico, no puedes contener su salida.
Si estás acostada cuando se rompe la membrana, la salida del líquido va a ser en chorro, pero si sucede cuando estás parada, es más probable que sea en escurrimiento porque la cabeza del bebé empuja hacia abajo y actúa como tapón.

Si crees que tus membranas ya se rompieron, entonces:

  • Llama a tu médico. El querrá evaluarte inmediatamente.
  • Evita que se meta algo dentro de tu vagina. No tengas relaciones sexuales ni te des lavados. No tomes un baño de tina.

El líquido amniótico generalmente es de un color blanco opaco. Avisa a tu médico si es:

  • De color verdoso u oscuro, puede haber meconio (es un signo de sufrimiento fetal).
  • De olor desagradable, puede ser signo de una infección en el útero.

Es normal un poco de manchado de sangre, pero si hay sangre abundante puede ser signo de problemas con la placenta.