Antes de quedarse embarazada es conveniente tener en cuenta algunos factores que pueden influir de forma decisiva en el buen devenir del embarazo y en que el niño nazca sano.

Ácido fólico

Se trata de una forma de fácil absorción de la vitamina B9, también llamada folato. Interviene en las síntesis, reparación y funcionamiento de ADN y ARN, y en la producción de glóbulos rojos. Es necesario para que se formen nuevas células por lo que su presencia resulta determinante en momentos de crecimiento, como en la infancia o el embarazo.

Cuando los niveles de folato son bajos, aumenta la cantidad de homocisteína (un aminoácido) en sangre, lo que representa un factor de riesgo para el desarrollo de algunas enfermedades. Durante el embarazo, la carencia de ácido fólico se asocia con defectos del tubo neural (malformaciones congénitas que afectan a la formación del sistema nervioso central) como la anancefalia y la espina bífida.

La cantidad diaria recomendada (CDR) de esta vitamina es de 200 microgramos para los adultos y 400 microgramos para las mujeres en edad fértil.

Alimentos que contienen folato: el zumo de naranja, las verduras de hoja verde, los cacahuetes, las legumbres y las vísceras de animales son alimentos naturales ricos en esta vitamina. Pero además, dada la importancia de esta sustancia para nuestro cuerpo, algunos productos se enriquecen con ácido fólico para que los grupos más sensibles, como las mujeres fértiles, obtengan la CDR.

Suplementos de ácido fólico: la mayor parte de los defectos del tubo neural podrían evitarse si las mujeres ingirieran la cantidad necesaria de folato. Una estrategia útil para alcanzar este objetivo es tomar suplementos de ácido fólico como complemento de la dieta. Pero es importante que las mujeres en edad fértil tomen conciencia de que tomar ácido fólico después de la concepción no es útil, ya que el cierre del tubo neural se produce en las primeras semanas de embarazo. Por eso hay que tomar esta vitamina antes de quedarse embarazada.

Calcio

Numerosos estudios señalan que una ingesta de calcio adecuada durante el embarazo previene la aparición de numerosos problemas, como la hipertensión, la preeclampsia y la eclampsia. La cantidad diaria recomendada es de 1.000 mg/día, aunque algunos especialistas aumentan la dosis hasta 1.300 mg/día para embarazadas adolescentes.

Si la dieta es equilibrada y rica en alimentos que contengan calcio, como los productos lácteos o las verduras, es muy probable que alcance esta cantidad. Sólo en caso de que no sea necesario deberá consultar con su médico para que le recete, en caso de que lo considere oportuno, la toma de suplementos.

Diagnóstico prenatal

Los avances técnicos permiten por un lado investigar a la familia y sus antecedentes y predecir así si el niño puede sufrir algún trastorno concreto. Por otro lado, el diagnóstico genético permite saber si un embrión tiene alguna anomalía, ya sea antes de ser implantado en el útero materno (lo que sucede cuando la pareja se ha sometido a técnicas de reproducción asistida), o cuando ha sido concebido de forma natural.

Estas técnicas están recomendadas para parejas con antecedentes familiares de enfermedades hereditarias –fibrosis quística, enfermedad de Tay-Sachs-, mujeres mayores de 35 o en cualquier otra situación de riesgo.

Toxoplasmosis

La toxoplasmosis es una infección parasitaria causada por un microorganismo unicelular llamado ‘Toxoplasma gondii’ que, cuando afecta a una mujer embarazada, pone en peligro la salud del embrión. Una mujer contagiada por este parásito puede trasmitírselo al feto, aunque en función del momento en el que se produzca la infección, las probabilidades de contagio varían.

Los efectos de este parásito sobre el bebé varían desde infecciones locales hasta retraso mental o la muerte, y suelen ser más graves cuanto antes se produzca el contagio.

Esto significa que una mujer con toxoplasmosis debe esperar a curarse para quedarse embarazada. Durante el embarazo las precauciones deben ser máximas. Para ello se recomienda no comer carne cruda, lavar bien alimentos, utensilios de cocina, etc. y mantenerse alejada de los excrementos de los gatos puesto que es en el intestino de estos animales donde se reproduce el parásito.

Rubeola

La rubeola es una enfermedad vírica leve y muy contagiosa que se sufre por lo general durante la niñez. Sin embargo, cuando una mujer embarazada contrae la rubeola el bebé corre el riesgo de nacer con malformaciones congénitas o retraso mental.

Hoy en día la mayor parte de las mujeres en edad fértil han pasado ya la rubeola o están vacunadas contra ella. Es decir, son inmunes al virus que la provoca. Pero, en caso de duda, lo mejor es someterse a una sencilla prueba de inmunidad y si se es vulnerable vacunarse antes de quedarse embarazada. De esta forma, el bebé y la madre estarán protegidos.

Síntomas precoces de embarazo

Los primeros síntomas difieren de una mujer a otra y de un embarazo a otro. Aunque ninguno de ellos es específico de esta situación, si hay sospecha de embarazo y tienes estos síntomas lo mejor será que te realices una prueba. Lo más significativo es la ausencia de menstruación, aunque en mujeres con ciclos irregulares es probable que no sea determinante. Además, puede aparecer fatiga, manchado irregular, hinchazón o alteración del deseo sexual.