La causa más común de pérdida de embarazo es una anormalidad cromosómica aleatoria que se da durante la fecundación. Para que ocurra la fecundación, los cromosomas de los núcleos del óvulo y del espermatozoide deben unirse en 23 pares (un total de 46 cromosomas). A veces, los pares se forman mal, lo que puede impedir el desarrollo del feto.

A continuación, figuran otros factores que pueden conducir a un aborto espontáneo:

  • fecundación tardía después de la ovulación.
  • niveles bajos o elevados de la hormona tiroidea.
  • diabetes mal controlada.
  • exposición a riesgos ambientales y laborales (radiación o agentes tóxicos).
  • anormalidades uterinas.
  • cuello uterino incompetente o cuello uterino que comienza a abrirse (dilatarse) y hacerse delgado (borrarse) antes de que el embarazo haya llegado a término.
  • algunos medicamentos (sobre todo los recetados), como el fármaco antiacné Accutane®..

Algunas conductas favorecen el riesgo de aborto. El cigarrillo, por ejemplo, lleva nicotina y otros productos químicos al torrente sanguíneo, lo que hace que los vasos de la placenta se contraigan y disminuyan el flujo de sangre hacia el útero. Por otra parte, los fumadores tienen un nivel más bajo de oxígeno en sangre, por lo que el feto recibe menos oxígeno. Está demostrado que el alcohol y las drogas ilegales también provocan abortos. No existen pruebas de que el estrés o la actividad sexual desencadenen aborto.

Las siguientes son algunas de las causas más comunes de parto de niño muerto:

  • preeclampsia y eclampsia, que son trastornos del final del embarazo que van acompañados de presión alta, retención de líquidos y proteínas en la orina.
  • diabetes mal controlada.
  • anormalidades en el feto causadas por enfermedades infecciosas, como la sífilis, la toxoplasmosis, el sarampión, la rubéola y la gripe, o por infecciones bacterianas, como la listeriosis.
  • defectos congénitos graves (lo que conduce a alrededor del 20% de las muertes fetales), como la espina bífida.
  • posmadurez: cuando el embarazo ha durado 41 semanas o más.
  • hipertensión crónica, lupus, enfermedad cardíaca o tiroidea.