El feto mantiene períodos entre dormido y despierto, y puede darse cuenta de la diferencia entre luz y oscuridad, las pupilas ya reaccionan a la luz.

Se ha demostrado que las orejas se desarrollan lo suficiente para oír y responder a los sonidos, como la voz de la madre y el latido del corazón.

Ya es capaz de sonreír, hacer muecas, distinguir sabores, puede mover su mano frente a su cara y chupar sus deditos. Esta práctica le ayudará a localizar el camino hacia el pecho después del nacimiento.

Su piel es rosada y lisa. Se cae el vello que hasta esos momentos lo protegía.

El niño sigue creciendo y aumentando de peso: llega ya a los 45 cts., y 2700 kgm.

Cambios en la madre:

  • Aumentan las ganas de orinar es debido al volumen que ocupa el niño y la presión que ejerce sobre la vejiga.
  • Puede notar cierta dificultad al respirar, es un síntoma de que a medida que el niño crece, los órganos internos de la madre se comprimen.
  • Las contracciones uterinas Para la preparación al momento del parto siguen, son normales y no hay que alarmarse (excepto si son demasiado dolorosas).