La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece una tasa del 10-15% como cifra ‘normal’ de cesáreas aunque los expertos advierten que es difícil llegar a un número ideal, teniendo en cuenta las enormes diferencias que hay entre pacientes y centros hospitalarios. En España, según datos de la Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología, el número de cesáreas se mantiene estable alrededor del 20% desde hace seis años. Aunque las cifras no son fáciles de obtener y se calcula que en los centros privados este porcentaje puede aumentar hasta el 30-40%. En el Reino Unido la cifra se ha triplicado en los últimos 25 años y uno de cada cinco partos se realiza por este método. Mientras que en los Estados Unidos el número de estas intervenciones se ha incrementado hasta el 24% , según las estadísticas hechas públicas recientemente por el Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias. Otros datos publicados por el ‘British Medical Journal’, añadían que, sólo en América Latina, se practican 850.000 cesáreas innecesarias al año.

En cualquier caso el aumento de los partos por cesárea en todo el mundo se sitúa en el centro de una polémica que implica a ginecólogos, obstetras, matronas, madres etc. El incremento de los partos múltiples, de las madres mayores –lo que multiplica el riesgo de desarrollar diabetes o hipertensión gestacional–, y la presión de muchas mujeres que reclaman anestesia cuando se acerca el momento de dar a luz, son algunos de los factores que podrían explicar esta tendencia. Una encuesta llevada a cabo en Estados Unidos por el ‘National Childbirth Trust’, asegura que es el temor de los médicos a que la madre no sea capaz de dar a luz naturalmente e incluso el miedo a ser demandados si algo sale mal, lo que está detrás de esta tendencia creciente. En esta misma investigación, los profesionales se defienden asegurando que los avances de la medicina les permiten intervenir antes y salvar a muchos niños que, de otra manera, hubiesen muerto en el parto. En este sentido, el doctor Cabrillo, jefe de paritorio en el Hospital de La Paz (en Madrid) y secretario de la Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología, admite que este temor existe y reconoce que los médicos actúan cada vez más condicionados por las exigencias de éxito de los padres. A su juicio, el aumento de las demandas judiciales coincide con el aumento de lo que él llama la ‘medicina defensiva’.

A este respecto la presidenta del Colegio Americano de Matronas, Mary Ann Shah, se mostraba especialmente crítica en un artículo publicado por la web de esta institución. «El miedo a los litigios no justifica por sí sólo una excesiva influencia en las decisiones de las mujeres, éstas necesitan una información sin prejuicios y personalizada, y unos cuidados éticos y profesionales a la hora de dar a luz». La reflexión de Shah va más allá y se pregunta cuáles son los motivos que explican el aumento de las cesáreas hasta el 24 % en los Estados Unidos, algo que ella atribuye esta tendencia a la actual cultura dominante en los Estados Unidos. «¿Es que acaso nos hemos convertido en una nación tan obsesionada con el control, que estamos dispuestos a renunciar a la humanidad por la tecnología? ¿Hasta qué punto podemos sacrificar la salud y el futuro de nuestros hijos por el anzuelo de los ‘partos programados’?», se pregunta.

El ‘tirón de orejas’ del Colegio de Matronas tiene varios destinatarios, madres, médicos, políticos… La mayor parte de las mujeres son suficientemente sanas y capaces para dar a luz a sus hijos de forma natural, recuerdan, por lo que muchas de las cesáreas que se practican no se justifican ni siquiera en términos preventivos.

Ante esta situación, los especialistas señalan que no se trata de una alternativa a los partos vaginales, sino que es una intervención quirúrgica, ‘un recurso para tratar una situación patológica’ que implica ciertos riesgos. La realidad es que este campo es uno de los más controvertidos de la obstetricia y no hay un acuerdo generalizado, aunque la tendencia apunta la necesidad de reducir el porcentaje de cesáreas y aumentar el de los partos naturales sin que se produzcan más complicaciones de las inevitables.

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia pidió recientemente colaboración a 24 hospitales nacionales para recabar las cifras exactas del número de cesáreas que se llevan a cabo en España anualmente con la intención de acercarse lo más posible a los parámetros recogidos por la OMS. También el Colegio de Enfermeras y Matronas norteamericanas ha manifestado su preocupación por lo que considera «un preocupante cambio de prioridades». Según esta institución, el aumento de estas intervenciones se debe a un proceso de ‘medicalización’ de un proceso natural como el parto. En la actualidad, un gran número de embarazos se catalogan de ‘no normales’ por causas nimias, y son las propias madres, según denuncia esta organización, «las que reclaman anestesia o cesárea pensando que así será más fácil parir».