A través de este ejercicio, los cambios que sufre una mujer durante los nueve meses de gestación, como hinchazón de piernas, pies y tobillos, peso excesivo, varices o hemorroides, pueden controlarse.

Según investigaciones, la gimnasia acuática es uno de los ejercicios que pueden aportar más beneficios en el embarazo, ayudando de forma especial en la reducción del dolor lumbar. Pero siempre la embarazada debe consultar antes con el médico si es adecuado o no para ella realizar este tipo de ejercicio.

El aquagym relaja, ayuda a gastar las calorías excesivas, mejora la circulación y hace que la mujer no sienta tanto el peso de la barriga.

Si estos ejercicios, siempre se llevan a cabo con profesionales, es recomendable hacerlo desde el quinto mes de embarazo. Durante la clase se recomienda realizar movimientos generales y paseos en el agua, así como ejercicios para tonificar las extremidades.

Los especialistas aconsejan practicar ejercicio adaptado al período de embarazo y al estado físico de la embarazada, así como dedicar unos minutos a las técnicas de respiración y relajación.