Ha llegado el verano y los días de playa, el tiempo para ponerse ropa más fresquita. ¿Aún te sobran unos kilitos? Hacer ejercicio de última hora es la solución más recurrida, pero el ejercicio sin una buena dieta no sirve para mucho.

De hecho, es posible disfrutar de las comidas veraniegas, eliminando grasas y calorías sin renunciar apenas al sabor en muchos platos. Desde Consumer.es dan una serie de consejos con los que poder conseguir una dieta sabrosa y variada y, de paso, cuidar el tipo:

Cambia algunos ingredientes de ensaladas, salsas y condimentos para una dieta más saludable.

Si lo tuyo son las ensaladas, basta con reducir algo la cantidad de aceite empleada en éstas o, también, en verduras asadas. Para aliñar se puede emplear, por ejemplo, un yogur natural desnatado batido con menta picada y sal y sustituir el queso por requesón. Con estas opciones reducirás en grasas y proteínas sin perder sabor.

Sustituir alimentos grasos que acompañan a arroces y pastas, tales como carne picada, chorizo o morcilla, por verduras, hortalizas y frutas también ayudará a disminuir el número de calorías. Por otro lado, si te gusta preparar purés, puedes eliminar hasta un 50% de calorías si en vez de emplear leche, nata y mantequillas, optas por caldo de verduras o de pollo.

Los alimentos magros, como el conejo, suponen una disminución de hasta el triple de grasa que las costillas de cerdo o las paletillas de cordero. De otro modo, si nuestra opción son carnes y pescados, una opción para evitar cocinarlos fritos es usar hierbas aromáticas (orégano, tomillo, romero…) y especias, para macerarlos.

Las salsas y los condimentos también pueden ser modificados de manera que aligeremos nuestros platos si los usamos. En las primeras podemos sustituir la nata por bechamel hecha con lecha desnatada (con un poco de queso azul si se quiere potenciar el sabor). Los condimentos dulces como la canela y la vainilla pueden suplir al azúcar para elaborar postres (arroz con leche, flanes, natillas), así como con cafés e infusiones.

Las patatas fritas son un clásico en la mesa, especialmente si hay niños. En vez de freirlas se pueden, una vez partidas en láminas finas, hornear al grill con muy poquito aceite. Para una tortilla de patatas pueden cocerse antes de saltear con muy poco aceite, para después cuajar la tortilla con el huevo en la sartén.

Via: www.20minutos.es