Manos perfectas

Para obtener unas manos perfectas y finas solo hay que cocer una patata y una vez se haya enfriado se machaca, se le añaden dos cucharadas de leche fría y dos cucharadas más de miel. Se mezclan bien los tres ingredientes hasta conseguir una pasta homogénea y se esparce por las manos con un ligero masaje. Se deja reposar durante un cuarto de hora y finalmente se retira con agua templada y verás como quedan unas manos de cine.

Devuelve la suavidad a tus manos

Un truco infalible para devolver la suavidad a tus manos es frotarlas con una crema casera hecha a base de glicerina y zumo de limón mezclados hasta conseguir una crema homogénea. Posteriormente, se aplica la crema a las manos y se frotan para que la crema exfolie e hidrate la piel.

Piel seca y manos agrietadas

Para aquellas manos que sufren los efectos de los agentes externos y sufren de grietas y sequedad, no hay mejor remedio que mezclar aceite de oliva con azúcar y aplicarlos sobre las manos dejando actuar esta mezcla durante unos minutos. Finalmente se retira el ungüento con agua tibia y se aprecian los resultados ya que el aceite de oliva con el azúcar exfolian la piel y la hidratan dejándola fina y elástica.