El estilo de vida es uno de los condicionantes más influyentes en el envejecimiento de la piel. Y, entre todos los factores, hay tres que, según el Prof. Jordi Peyrí, de la Universidad de Barcelona, Jefe del Servicio de Dermatología del Hospital de Bellvitge de Barcelona y Colaborador de Pond’s, “son claves para que la edad sea mayor o menor. Estos son: el sol, el tabaco y el estrés.”

El envejecimiento cutáneo, que empieza a partir de los 25 años, provoca gradualmente cambios inexorables en la piel, pero que pueden acelerarse significativamente por hábitos erróneos en los estilos de vida o de la relación que tengamos con el entorno. Según el Prof. Jordi Peyrí, “a partir de los 25 años la piel empieza a envejecer de manera natural. Es importante que, para prevenir un mayor envejecimiento, evitemos los factores que, si no controlamos, provocan un mayor envejecimiento: el sol, el tabaco y el estrés.”

Exponerse a condiciones climatológicas extremas o a ambientes contaminados, la sequedad ambiental o la falta de regularidad en el cuidado de la piel son otros condicionantes que provocan la aceleración del envejecimiento.

Los principales factores que influyen en el envejecimiento son:

  • La exposición solar, ya que provoca un envejecimiento prematuro de la piel. Es imprescindible conocer el fototipo de nuestro cutis para poder conocer los efectos que el sol puede ejercer en nuestra piel ya que el sol no actúa de la misma manera en los distintos tipos de piel.
  • El tabaco, genera radicales libres, pudiendo tener efectos negativos en la piel como, por ejemplo, una reducción del grosor de la epidermis o la deshidratación. Los radicales libres son agentes oxidantes que dañan la piel y pueden provocar un envejecimiento prematuro.
  • El estrés, tanto el ocasional como el que se genera fruto de un ritmo de vida frenético, es también un agente oxidante que tiene efectos negativos en nuestro cutis, pudiendo acelerar el envejecimiento de nuestra piel.

Para prevenir el envejecimiento es necesario, según los expertos del Instituto Pond’s, establecer una correcta rutina facial teniendo en cuenta tres líneas para el cuidado de la piel: la apariencia, la prevención y la reparación.

  • Apariencia: A partir de los 25 años es esencial un cuidado diario con cremas que ayuden a mantener y cuidar la apariencia; especialmente es recomendable el uso de una crema de día con agentes fotoprotectores y de un contorno de ojos.
  • Prevención: Desde los 35 a los 45 años hay que aplicar productos que trabajen la prevención ante los efectos prematuros de la edad como sérum, contorno de ojos, crema de día con agentes fotoprotectores y crema de noche. A esta edad ya es recomendable utilizar productos con tecnología antienvejecimiento, como CLA 4 que podemos encontrar en la gama Age Miracle.
  • Reparación: A partir de los 45 años hay que usar productos que, a través de sus principios activos (sobre todo CLA4 y Retinol, que encontramos en las gamas Age Miracle y Regener-Activ), ayuden a regenerar la piel para frenar el envejecimiento que en ella se produce. En este caso es imprescindible utilizar sérum, contorno de ojos, crema de día con agentes fotoprotectores y crema de noche. Éstos y más consejos para un correcto cuidado de la piel se pueden encontrar en el microsite www.laedaddetupiel.com, que además permite calcular la edad de la piel y así conocer los productos más adecuados para cada edad.