Es una de las zonas más delicadas y una de las que más sufre durante la exposición solar. Por eso es importante protegerlos durante la misma y darle algún que otro mimo antes. Para evitar su deshidratación y descamación, elimina las células muertas con un exfoliante específico para labios o, en su defecto, el mismo que utilices en el rostro. Termina con una mascarilla hidratante antes de acostarte. Basta con aplicar una capa generosa de tu bálsamo labial y dejarlo actuar durante toda la noche.