Aunque tengamos muchas ganas de primavera, aun nos quedan muchos días de invierno, al menos en Madrid el pronóstico para los próximos días es una gran bajada de las temperaturas.

Por eso, estos días tenemos que poner atención especial a la piel y protegernos aun más.

Como ya sabéis, el frío, el viento, los cambios de temperatura, son agentes externos que agreden y debilitan la salud de la piel, especialmente la del rostro. Rojeces, escozor, granitos y una sensación de tirantez es lo que se traduce de la falta de hidratación del cutis.

El invierno es una estación dura y por ello hay que hacerse con aliados que nos hidraten y protejan.

Los productos de Alex Carro son nuestro salvavidas para esta época, un plus de hidratación, nutrición y reparación para  todo el cuerpo.

Con ellos vamos a conseguir calmar y mitigar irritaciones, nutrir e hidratar en profundidad.

Para las que aun los conozcáis, os diré que Alex Carro, combina la aromaterapia con el deseo de volver a una forma de vida más natural. La esencia es crear belleza y conectar con la naturaleza, es a la vez estilo de vida y cuidado de la piel.

Productos artesanales 100 por ciento de origen natural, producido en pequeños y exclusivos lotes utilizando altas concentraciones de ingredientes activos de primera calidad.

Yo he conocido hace poco esta marca y la verdad estoy encantada con todo lo que he probado. Su aroma, la textura, la hidratación… es inmejorable.

Uno de los imprescindibles es el Aceite Facial Reparador Albaricoque & Rosa Mosqueta.

Este aceite es rico en ingredientes nutritivos e hidratantes, su fórmula es ideal para recuperar el equilibrio y el confort de las pieles secas o maduras.

El aceite de hueso de albaricoque se absorbe por la piel de forma inmediata, proporcionando un plus de elasticidad a la misma, mientras que el de rosa mosqueta, poderoso reparador, actúa eficazmente en las capas más profundas para contribuir a la regeneración celular. Además, la fórmula se enriquece con una combinación equilibradora de aceites esenciales de incienso (mejora el tono de la piel) y ylang-ylang (eficaz relajante).

Una autentica maravilla para nuestra piel.

Otro producto básico, para además llevar en el bolso es el Bálsamo 101, desde que lo utilizo, no he vuelto a tener lo labios agrietados y deshidratados.

El Bálsamo es la respuesta a las emergencias, cuando crees que ya nada te va a salvar de sequedad, grietas, tirantez…. es increíble como  con pocas aplicaciones vuelven a estar sanos e hidratados.

Su fórmula contiene  manteca de karité, caléndula, manzanilla y flores de naranjo que se combinan para suavizar, nutrir, calmar  y proteger la piel.

Además de para los labios, podéis aplicar sobre las zonas del cuerpo que sufren mayor sequedad, como las cutículas, rodillas o los codos.

Otras de las zonas que sufren mucho y que en invierno, olvidamos, son los pies.

Vamos a recompensarlos con el exfoliante suavizante de pies formulado a base de polvo de semillas de albaricoque y aceite de oliva.

Su fórmula se ha enriquecido con una exclusiva mezcla de extractos de romero, menta y lavanda para potenciar su efecto purificador, así como contribuir refrescar y suavizar la piel seca.

Lo podéis aplicar en seco o mojado, y ya sabéis, poniendo especial atención a los talones y las zonas con durezas.

Y después de un exfoliante, siempre un bálsamo nutritivo para los pies.

Este bálsamo además de nutrir, es revitalizante, me encanta la sensación de alivio y relax que deja.

Las propiedades calmantes de la manteca de karité y suavizantes del aceite de aguacate, se revitalizan con el toque energizante que aportan los aceites esenciales de romero y geranio. Su textura  es ligera y nada grasa, se absorbe muy rápido y enseguida podemos calzarnos, y… pies listos.

Sin olvidarnos del resto del cuerpo, vamos a hidratar con el Aceite Corporal Detox, Enebro & Incienso.

Este aceite corporal, constituye el tratamiento ideal para tonificar y depurar la piel del cuerpo. Formulado a base de extractos de enebro e incienso, utilizados desde la antigüedad por sus cualidades terapéuticas (depurativas en el caso del enebro y regeneradoras y tonificantes en el del incienso), la fórmula se enriquece con aceites de jojoba, almendra y salvado de arroz.

Es un auténtico placer, aplicarse el aceite después del baño, deja la piel muy suave y súper-hidratada. Su textura ligera y untuosa y su exquisito olor, lo hacen perfecto para proporcionar un masaje.

¿Conocíais la marca? La verdad es que yo la conocí no hace mucho, pero me parece un lujo que sea cosmética natural de extractos de las plantas que crecen en una pequeña finca, y de las diferentes especies de los bosques.