Cuando llegan las vacaciones, es el momento perfecto para conceder un respiro al pelo, huyendo de secadores y de otras técnicas agresivas a las que recurrimos el resto del año. Pero, aunque el aire y el sol sean buenos para el cabello, éste corre en verano diferentes peligros, por lo que es imprescindible una protección total y continua. Y es que el pelo es una de las partes más castigadas en los meses de calor. Los rayos solares, el agua del mar (excelente para el cuero cabelludo, pero nefasta para el pelo), el cloro de las piscinas, la arena, el viento… Esta mezcla de elementos reseca y desvitaliza el pelo y maltrata el color, el volumen y el brillo.

Y es que el sol es uno de los principales enemigos de nuestro cabello en estas fechas, pues los rayos ultravioleta alteran las propiedades elásticas del cabello y provocan una ligera decoloración. La radiación ultravioleta afecta a la fibra capilar deshidratándola. Un efecto que tal vez pueda venir bien a los cabellos grasos pero que resulta fatal para el pelo seco. En este caso se deberá recurrir a protectores solares nutritivos que aporten agentes acondicionadores para compensar la deshidratación. Hay muchas opciones en champús, acondicionadores, sprays y mascarillas. Pero, al margen del sol, hay otros ‘enemigos’. ¿Sabe cuáles?

En la playa, la sal

La sal del agua marina también lo perjudica: según Rafael Artero, el shampunier de la firma Pantene Pro-V, actúa como una esponja absorbiendo la hidratación del cabello. Además, la sal del mar puede cristalizar dentro de la fibra capilar y romper la estructura interna, levantar la cutícula y alterar el color, por lo que disminuye su suavidad y docilidad y lo vuelve quebradizo. Para combatir sus efectos, no hay que olvidar, después de cada baño, aclarar bien el pelo con abundante agua dulce.

En la piscina, cloro

Reseca mucho la piel, pero también afecta al cuero cabelludo y varía notablemente el color de los cabellos teñidos. Esto se debe a que el cloro se asienta en la cutícula del pelo y, al reaccionar químicamente con los tintes, la oxida, decolora (es el efecto ‘pelo verdoso’) y la vuelve quebradiza. Conviene ducharse siempre al salir de la piscina y utilizar productos específicos.

En la ciudad, contaminación

El pelo se ensucia más rápido, pierde brillo y hay que lavarlo con más frecuencia. Lo mejor es usar un champú purificante y realizar dos lavados, uno para retirar la suciedad y otro para dar un acabado brillante.