Durante los meses de embarazo, algunos cambios hormonales son menos agradables, por eso es, que en esta etapa necesitas, una especial atención y tratamientos específicos.

Estrías

Las estrías se forman al romperse los vínculos entre las fibras elásticas de la dermis. Aparecen cuando la piel se estira mucho durante un breve periodo de tiempo como, por ejemplo, el final del embarazo, o cuando se produce un aumento de peso excesivo. Pueden ser permanentes.

Para tratar de prevenirlas, lo mejor es cuidar tu aumento de peso y aplicar diariamente una crema hidratante, aceite de almendras dulces o manteca de karité en las zonas sensibles (pechos, vientre, caderas y muslos). De este modo, quizá evites que aparezcan las estrías.

Cara

Tu piel se deshidrata bajo la influencia de las hormonas. No olvides aplicarte en la cara cremas hidratantes y nutritivas varias veces al día. El agua de manantiales termales, rica en sales minerales, alivia eficazmente las sensaciones de tirantez. Una exfoliación suave una vez por semana te ayudará a eliminar las células muertas.

Evita tomar el sol sin protegerte con una crema de alta protección. El sol acentúa la apariencia del cloasma, coloración oscura de la piel en la frente, nariz, barbilla, mejillas y sienes. La piel oscura es más propensa a este problema, que desaparece paulatinamente después del parto.

Cuerpo

Durante el embarazo, tu piel está sometida a cambios considerables. Se vuelve más seca y frágil. La solución: utiliza productos suaves mañana y noche que ayuden a conservar la delicada película hidrolipídica de la piel. Una buena nutrición también ayuda a que tu piel mantenga un aspecto hermoso: no olvides beber mucho líquido y llevar una dieta equilibrada.

Pechos

Tus pechos se hincharán desde las primeras semanas del embarazo. ¡Y sólo es el comienzo! Sensibles y tiernos, probablemente presenten pequeñas estrías, de pocos milímetros de ancho, resultado de la distensión de los tejidos.

Para conservar la belleza de tus pechos, puedes:

  • Elegir sujetadores con tirantes amplios para evitar marcas en los hombros y con copas lo suficientemente profundas como para recoger tu pecho sin aplastarlo.
  • Al final de la ducha, proyecta un chorro de agua fría hacia tus pechos para reafirmar la piel.
  • Aplica una crema específica corporal, o especial para el busto, todos los días.