Cada novia ha de tener su propio estilo y respetar su personalidad, desde los recogidos más altos hasta las melenas más alocadas, para ayudarte a conseguir el look perfecto, te damos las claves para conseguir los peinados más trendy de esta temporada: el moño italiano, el recogido clásico y la melena salvaje.

Recogido clásico

Es sin duda el más romántico y sienta muy bien a casi todos los tipos de rostros, exceptuando los óvalos excesivamente redondos. Para conseguir este recogido es muy importante utilizar en el lavado un acondicionador que suavice el cabello, peinarlo hacia arriba y hacer una coleta justo debajo de la coronilla. Dividir la melena en un número impar de partes, es decir, en tres, cinco o siete para crear una forma más bonita. Cepillar estas secciones poco a poco y doblar cada una hacia dentro, sujetándolas con horquillas cuidadosamente. Finalmente aplicar un poco de laca para fijar el peinado.

Melena salvaje

La melena suelta resulta muy sexy y desenfadada, además de que se adapta a cualquier tipo de rostro, pero especialmente es ideal para las novias con el pelo ondulado. En primer lugar se recomienda aplicarse, unos días antes, una mascarilla especial que le proporcione brillo al cabello y lo hidrate. Con el pelo húmedo aplica un perfeccionador de rizos y sécalo con difusor hasta que esté prácticamente seco. Lo ideal es que se termine de secar al natural para conseguir un look más relajado. Si, por el contrario, tu cabello es liso, deberás secarlo completamente y crear las ondas con la ayuda de unas tenacillas.

Moño italiano

Como una bailarina, este recogido representa a la mujer contemporánea y minimalista. Cuidado con las novias de cara redonda o muy alargada porque no les favorecerá. Para conseguir este peinado es necesario alisar completamente el cabello y eliminar cualquier resto de electricidad estática. Después, recoger el cabello con ayuda de un cepillo redondo hasta obtener una coleta bien alta y atarlo con una goma. Girar la coleta sobre sí misma y fijarla con horquillas. Si es necesario, terminar con un poco de laca para fijar el recogido.